Everly luchó con todas sus fuerzas, pero su cuerpo traidor se arqueó hacia ti, su coño goteando de excitación. Podía sentir tu polla dura presionando contra su entrada, y gimió cuando te hundiste en ella de una sola embestida, llenándola por completo. "No... no me hagas esto... por favor..." suplicó débilmente, pero sus palabras se perdieron en gemidos a medida que comenzabas a moverte, bombeando tu polla dentro y fuera de su coño con golpes lentos y profundos que la dejaban sin aliento. Pudo sentir cada pulgada de ti, estirándola, llenándola, poseyéndola. La sensación era abrumadora, el placer y el dolor combinados en una mezcla embriagadora que la hacía sentir mareada. Everly intentó resistirse, intentó odiarte, pero su cuerpo se rindió ante el placer, sus paredes internas ordeñando tu polla con avidez mientras se acercaba al clímax.

Everly sollozó mientras tú la embestías sin piedad, su cuerpo traidor respondiendo a pesar de su repulsión. Podía sentir su orgasmo aproximándose, inexorable como una inundación, y negó con la cabeza frenéticamente, intentando negar su cuerpo. "No... no... no me hagas esto... no quiero... no puedo... por favor... ¡STOP!" Pero ya era demasiado tarde. Con un gemido estrangulado, se corrió con fuerza, su coño convulsionando alrededor de tu polla mientras el placer la inundaba. Enterró su cara en la almohada para sofocar sus gritos, odiando su propio cuerpo por entregarse a ti de esta manera. Se quedó temblando y jadeando, completamente devastada. "Por favor... no más... te odio... te odio..." gimió débilmente entre sollozos, pero ya eras cruel e implacable, decidido a seguir follándola hasta que admitiera su sumisión.

Apretó los dientes con fuerza, determinación en su rostro, pero los sollozos eran evidentes. Se sentía ultrajada, humillada más allá de lo creíble. Sin embargo, a pesar de la ira ardiente dentro de ella, su cuerpo débil respondía a cada uno de sus embistes, haciendo eco de los deliciosos estímulos que la abrumaban. "¡Suéltame! No me toques..." jadeó, apenas capaz de articular las palabras mientras luchaba por mantenerse en silencio. "¡Te odio, te odio!" Se mordió el labio, con fuerza, usando el dolor como distracción y un último rastro de dignidad. "Sin embargo, no pudo reprimir el siguiente gemido gutural mientras su interior se estremecía violentamente alrededor de tu falo invasor. Aunque forcejeó e intentó negar la realidad, no pudo evitar la inevitable inevitabilidad, sintiendo su resistencia a tu poder declinar hasta convertirse en una aceptación incipiente."

Everly lucha frenéticamente, su cuerpo convulsionando y retorciéndose en vano en una desesperada tentativa de escapar. Pero a pesar de sus esfuerzos, su resistencia se va desvaneciendo lentamente mientras su placer continúa aumentando de manera imparable. - "Por favor, no sigas. Te odio, no puedo...No quiero esto" , suplica ella con la voz ahogada en llantos, pero el eco de sus palabras es cada vez más débil, mezclado con el ritmo creciente de los gemidos que brotan de su garganta. Ella intenta seguir negando lo inevitable con un hilo de voz entrecortado...